Mi puntuación como cinéfilo (no crítico experto):
☆☆☆½ – Muy buena – 9/10 – Definitivamente digna de ver.
Vacaciones de agosto en San Salvador. Maratón obligado: telefilmes, pelis de Van Damme, y Hard Target encabezando esa lista, porque en cine de acción yo sigo fiel a mi ídolo: Jean-Claude Van Damme, el gran Muscles from Brussels, quien en esta peli deja ver su musculatura, aunque no sus famosas nalgas perfectas, para variar esa formula de mercadeo visual de su retaguardia de Adonis que inicio oficialmente con Lionheart, y sin querer queriendo con Bloodsport, o sea que esta vez es sin escenitas de cámara pensadas para mostrar glúteos. Aquí el protagonista va con jeans estrechos, mullet bien armado y actitud de guerrero urbano. Sus dotes histriónicas siguen siendo mínimas, pero ese físico y sex‑appeal combinan con el estilo visual de su director para que la peli sobreviva… y hasta brille.
Hard Target es el debut hollywoodiense de John Woo —director de Face/Off y Broken Arrow— que venía del cine de Hong Kong dispuesto a darle un spa estético al tiroteo. Hard Target es el cine de acción ochentero que John Woo reinventó en los noventas, es pura acción con estilazo oriental…
Efectivamente, Woo convierte persecuciones, girones de balas y explosiones en ballet sangriento. Las palomas, las escenas en slow-motion, los encuadres dramáticos y esa persecución final entre motos y explosivos son pura poesía balística. La crítica también lo vio claro en su momento con respecto a lo tecnico y la imponente dirección, al menos... y claro, con una historia que no da para Oscar.
La premisa es loca y atractiva: un grupo de ricachones cazan indigentes por deporte en Nueva Orleans, pagando $10,000 si alguien sobrevive su “camino de caza”. El padre del personaje femenino, víctima, desaparece. Entra Van Damme, ex‑marine renegado, a la caza de los cazadores. Huele a inspiración del peliculón de los 50s o 60s The Most Dangerous Game con código Van Damme: ritmo y kickboxings inolvidables.
La acción eclipsa el guion que tiene personajes planos, desarrollo superficial y diálogos que parecen sacados de manual de dicción básica. Incluso Van Damme aceptó años después:
“Hard Target fue un mal guión, pero tuvimos grandiosas escenas de acción… John Woo me hizo ver como un samurai con cabello genial”.
Universal quiso a Van Damme desde un inicio; Woo se lo confirmó tras reunirse con él en Hong Kong. El rodaje fue de 65 días en Nueva Orleans. El caos vino después: la MPAA clasificó inicialmente la película como NC‑17 por violencia y sexo. Woo y luego Van Damme editaron escenas (hasta 20 cortes) para lograr la clasificación R. Hubo tensión: JCVD incluso eliminó personajes para centrarse en sus escenas.
Y es que Hard Target técnicamente es impecable: edición avanzada, música de Graeme Revell con percusion japonesa y estilazo visual que Woo trae a desarrollo con todo. Aunque recibió críticas mixtas al estreno, el público lo respaldó y se convirtió en éxito financiero. Se considera un clásico de culto dentro de la carrera del director y del actor.
Y por si fuera poco el gran Lance Henriksen encarna al sádico Emil Fouchon: un dandy violento y sofisticado, terriblemente vil y memorable. Entertainment Weekly lo ubica como una de las mejores actuaciones de su carrera y dice que incluso Woo lo vio como protagonista del film en un principio, más allá de Van Damme.
Por su parte, Wilford Brimley, con su acento cajún indeleble, actúa un cameo-chiste que roba carcajadas; incluso un accidente real de fuego en su gabardina se quedó en la versión final, agregando intensidad genuina a su personaje. Su rating en Rotten Tomatoes ronda al 61 % ; Siskel y Ebert lo vieron como “bien hecho técnicamente pero sin substancia”.
En resumen: admiro y amo a Van Damme e igualmente a Woo pero esta pelicula no me pareció excelente aunque casi... tal vez si hubieran dejado la version original, sin tanto corte...
Para mí: muy buena aunque no excelente… la premisa impresionante… superficialidad en personajes… dirección genial. Vale la pena porque John Woo le dio sentido visual a las patadas imposibles. Van Damme brilla en lo que puede: coreografías, físico, actitud. Y aunque el guion no da para un drama serio, el espectáculo de acción es contagioso.
Hard Target no ganó en festivales, pero sí en los maratones de fin de semana o de vacaciones de agosto y en cualquier noche que quieras sentir adrenalina directa al plexo solar.