martes, 9 de diciembre de 2025

Red One / Código: Traje Rojo (2024).

 

Mi puntuación como fan del cine (no experto crítico): 

☆☆☆1/2 — Muy buena — 9/10 — Definitivamente digna de ver.


Tenía mis dudas, lo admito. Las películas navideñas de acción son como ese rompope barato del súper: a veces pega, a veces te arrepientes, pero igual te lo sirves porque es diciembre. Pero Red One / Código: Traje Rojo me cayó sorprendentemente bien. Es exactamente lo que promete: un gran juguete navideño lleno de luces, CGI y chistes, armado para vender, entretener y que el espectador pase aproximadamente dos horas despreocupado. Y eso, la verdad… lo hace muy bien.


Aquí Dwayne Johnson interpreta a Callum Drift, el tipo número uno del “North Pole Command”, una especie de CIA navideña que opera con espíritu festivo, pero músculos de gimnasio. Y Chris Evans, alejándose del Capitán América bien portado y con cuerpo musculoso perfecto, se convierte en Jack O’Malley, un cazador de tesoros de mala reputación y malhumorado, todo un cabrón pretencioso, que cae en una aventura absurda cuando secuestran a Santa Claus. Pero ojo: Santa no es el abuelito barrigón clásico; acá es un Santa atlético, en forma, este detalle me encantó. Original, gracioso y refrescante.


El filme está dirigido por Jake Kasdan, el mismo de Jumanji: Welcome to the Jungle, lo cual explica perfectamente el tono: acción ruidosa, comedia ligera, criaturas digitales por todos lados y un sentido del espectáculo que nunca se toma a sí mismo en serio. Se nota que Amazon MGM lo tenía clarísimo desde el guión: hacer la gran película navideña global para streaming, y si de paso se colaba en cines, mejor. El resultado es exactamente eso: un blockbuster navideño de manual.


Y sí, hablemos del CGI.


Si no eres amante de los efectos digitales en exceso—esos que parecen salidos de un videojuego navideño de PlayStation—esta película te puede marear. Hay escenas que son puro CGI, pero puro-puro: criaturas, persecuciones, fondos completos, incluso algunos sets que pareciera que jamás tocaron un clavo real. Personalmente me reí más que me enojé con eso, pero entiendo que para otros puede sentirse como si hubieran abusado de eso. En mi caso, mientras no se caiga la fantasía, yo sigo montado en el trineo.


En cuanto al desempeño en cines, pues… aquí viene el carbón en la media navideña: Red One no fue el éxito en cine esperado. Su lanzamiento limitado en salas no logró cubrir en la taquilla ni de cerca su generoso presupuesto aproximado de 250 millones de dólares estadounidenses (32 millones el primer fin de semana, aunque ya al finalizar las semanas de su proyección en cines llego más cerca al recaudar 186 millones, igual fracasó, aunque no tanto) Pero Amazon Prime Video venía preparado: su apuesta real era el streaming global, donde la película sí encontró un público masivo desde su estreno. O sea, la taquilla fue un reno cojeando, pero el streaming es el Rudolph luminoso que la está sacando adelante desde entonces.


Lo demás funciona:


– La química entre Johnson y Evans es simpática, casi caricaturesca, pero efectiva.


– Las secuencias de acción son correctas, nunca memorables, pero sí divertidas.


– Hay un par de chistes que te sacan carcajada real, y otros que huelen a “guion del comité”, pero nada que arruine el viaje.


– El espíritu navideño está ahí: no empalaga, pero se siente.


En fin es una comedia de acción navideña comercial, hecha para ser rentable y entretenida, con ideas frescas como el Santa fitness y el mundo navideño militarizado, pero también con el peso del CGI excesivo y un guion que sabe exactamente qué clase de película quiere ser: la que pones en diciembre mientras comes galletas y no querés pensar demasiado. A mí me entretuvo un montón principalmente por lo navideño y por ver a Chris Evans😏otra vez en acción.




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