Vistas de página en total

sábado, 25 de octubre de 2025

Corpse / The Possession of Hannah Grace / Cadáver (2018.)


Mi puntuación como fan del cine (no experto crítico): 

☆☆☆1/2 — Muy buena — 9/10 — Definitivamente digna de ver.


Vaya sorpresa me llevé con Corpse o The Possession of Hannah Grace. No es una película perfecta, pero tiene ese tipo de terror que se mete bajo la piel y te hace mirar dos veces hacia la oscuridad del pasillo. Las escenas realmente terroríficas no son muchas, pero las que hay, funcionan. Funcionan porque están bien ejecutadas: el silencio de la morgue, los encuadres fríos, el sonido del metal rozando la carne... todo contribuye a una atmósfera opresiva que te mantiene en vilo. Y ese final, esa última línea de la protagonista, te deja con la duda satisfecha de que paso pero te da otra ¿Ahora que es lo que hará ella..?


La película está dirigida por Diederik Van Rooijen, quien logra algo curioso: un terror de estudio con alma de serie B, pero con empaque de producción moderna. Visualmente es limpia, casi quirúrgica en su precisión visual, lo cual encaja a la perfección con el ambiente del hospital forense. La fotografía azulada y la luz fluorescente son parte esencial del miedo, porque aquí no hay castillos ni cementerios, sino un lugar cotidiano convertido en pesadilla.


En el plano actoral, Shay Mitchell —sí, la de Pretty Little Liars— sorprende con una interpretación contenida, vulnerable y física. Su personaje, una ex policía lidiando con sus demonios personales, es casi un arquetipo, pero Mitchell logra que tenga peso emocional, algo que no todos los filmes de terror recientes consiguen. A su alrededor, el resto del elenco cumple con oficio, sin robar protagonismo ni distraer del eje central: ese cadáver que no está tan muerto como parece.


El guión, eso sí, se queda corto en ambición. Es lineal, sin demasiados giros, y se apoya más en la atmósfera y el ritmo que en la profundidad narrativa. Pero curiosamente, eso juega a su favor: es un terror directo, que no se disfraza de metafórico ni pretende reinventar el género. En tiempos de “elevated horror”, este filme recuerda que el miedo también puede ser inmediato, físico, entretenido.


Con un presupuesto modesto de alrededor de 7 millones de dólares, The Possession of Hannah Grace logró recaudar más de 43 millones en taquilla mundial, una cifra más que respetable y exitosa para un título de terror de invierno. Es decir, fue rentable, ágil, complaciente... pero, sorprendentemente, no desechable. Tiene ese toque pulcro de los thrillers de terror sobrenaturales producidos por grandes estudios, pero conserva la crudeza del terror de bajo presupuesto.


En resumen, es una pequeña joya dentro de su categoría: una película que no pretende ser más de lo que es, pero que logra exactamente lo que promete. Te asusta, te intriga y te deja pensando en ese último grito del cadáver. Y claro la ultima e inquietante linea de la protagonista que explica brevemente que es lo que pasó.

Creepy!




No hay comentarios:

Publicar un comentario