Mi puntuación como fan del cine (no experto crítico):
☆☆☆☆ — Excelente — 10/10 — No te la pierdas.
Esa vez, otra vez, un viernes o sábado de los 90s en la tele local de Panamá, me topé con Mad Jake. Y déjame decirte: fue una de esas primeras películas de serie B que me marcaron para siempre. Desde los primeros minutos —cuando los personajes son atrapados y arrastrados al reino de la chatarra y el horror— sentí una descarga de adrenalina que pocas cintas logran provocar.
La historia gira alrededor de la familia de Jake Pruitt —obsesivo, retorcido, demente— que con su chatarra en terrenos rurales convierte autos averiados en trampas mortales: remolcan, experimentan, comercian con órganos, torturan. La protagonista, April Evans, inmovilizada en una silla de ruedas, sufre una pesadilla viviente. Pero lo que la salva es su fuerza de carácter: ese arco de final girl es simplemente espectacular, uno de los mejores que he visto.
No es que el guion sea profundo: está lleno de agujeros, motivaciones dudosas y momentos que dependen del azar. Pero cuando la atmósfera funciona —los pozos oscuros del depósito de chatarra, los gritos en la noche, los pasillos lúgubres—, el horror se siente auténtico, visceral, crudo. El gore barato tiene su gracia: escenas que te incomodan lo suficiente para apartar la mirada pero que se quedan tatuadas en la memoria. Y entre clímax y descansos hay detalles absurdos: la camioneta con púas, los monólogos delirantes de Jake, incluso la mascota-cocodrilo... momentos que sólo una serie B con corazón puede permitirse.
El final me fascinó, es tan intenso y brutal, y sencillamente sorprendente. Es perfecto, tiene esa fuerza salvaje que remata una pesadilla desplegada durante casi toda la película. Esto es cine barato con carácter, sin pretensiones, hecho para sacudirte y dejarte con el pulso latiendo.
No he cisto la ipinion de criticos sobre este filme, pero para mí es excelente dentro de lo que pretende: un film de medianoche, de los que se disfrutan viendo con amigos, con papitas, lejos de pretensiones, con risas nerviosas, con sustos baratos y escenas que uno recuerda con mezcla de vergüenza ajena y orgullo friki.
Si me preguntas, tiene esa belleza imperfecta que solo tienen las películas que sabes que podrían haber sido diferentes, mejores, pero que en su defecto te dan justo lo que necesitabas: emoción barata, horror crudo, final girl con coraje, y ese sabor ochentero/noventero de cine de horror puro, sin filtros.
Por cierto, pronto en mi blog Pulp Mix estrenare una novela corta pulp inspirada en Mad Jake, un homenaje cargado de horror, adrenalina y terror trepidante.



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